Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,
añade:
Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.
He.10.16
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los
corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua
pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra
esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos
unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
He.10.22.24
¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu
eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras
conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
He.9.14
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