que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.

26 oct 2014

Isaias describe la vida de Jesús.


¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha
 manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante
de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura;
le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores,
experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el
rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros
le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová
cargó en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero;
y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no
abrió su boca.
Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación,
¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de
los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en
su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su
boca.
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole
a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por
el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de
Jehová será en su mano prosperada.
Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento
justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades
de ellos.
Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los
fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta
la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado
el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
Is.53

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Porque yo Johová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice:No temas, yo te ayudo

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