Y ésta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito
de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo
demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada
la remisión de Jehová.
Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará
tu mano, para que así no haya en medio de ti mendigo;
porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que
Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión,
si escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para
guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno
hoy. Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha
dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás
prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero
sobre ti no tendrán dominio. Cuando haya en medio de ti
menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades,
en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu
corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, sino
abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo
que necesite. Guárdate de tener en tu corazón pensamiento
perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión,
y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para
no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te
contará por pecado. Sin falta le darás, y no serás de mezquino
corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu
Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas.
Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te
mando, diciendo:
Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y
al menesteroso en tu tierra.
Dt.15.1.11
En la literatura de autoayuda muchas veces se lee que hay que saber desprenderse de las cosas, y generalmente lo hacemos creyendo que tirando, o regalando lo que ya no nos sirve o le damos poco uso; ¿eso nos deja mas livianos y libres? Todo eso no es más que artimañas de humanos para seguir guardando egoísmo en el corazón.
No importa si sos o no creyente, pensá un minuto en lo que dice esta palabra.
Imaginá...si cada persona se confiara de tal manera a Dios, y si cada uno después de 7 años perdonara las deudas a sus deudores, y si cada persona de este mundo abriera su mano al que lo necesita sin temor a quedarse sin nada, ¿cómo sería el mundo?...
Entonces, lo único que hay que hacer es ponerlo en práctica, esa es nuestra tarea, y la confianza en Dios crecera, porque seremos bendecidos por el Altísimo.
Imprimir
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario