5 dic 2014
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque
de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase
de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron
a los profetas que fueron antes de vosotros.
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será
salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera
y hollada por los hombres.
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino
sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está
en los cielos.
Mt.5.6.16
Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo.
Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus
siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase.
Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la
casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o
a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo.
Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.
Mr.13.33.37
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