que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.

3 ago 2014

Dios mío, no te alejes de mí Salmo 38

Jehová, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues en tu ira.
Porque tus saetas cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido 
tu mano. Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni 
hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado. Porque mis 
iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada
se han agravado sobre mí. Hieden y supuran mis llagas, 
A causa de mi locura. Estoy encorvado, estoy humillado en 
gran manera, Ando enlutado todo el día. Porque mis lomos 
están llenos de ardor, Y nada hay sano en mi carne. Estoy 
debilitado y molido en gran manera; Gimo a causa de la conmoción
de mi corazón. Señor, delante de ti están todos mis 
deseos, Y mi suspiro no te es oculto. Mi corazón está acongojado,
me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta
ya. Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi 
plaga, Y mis cercanos se han alejado. Los que buscan mi vida 
arman lazos, Y los que procuran mi mal hablan iniquidades, 
Y meditan fraudes todo el día. Mas yo, como si fuera sordo, no 
oigo; Y soy como mudo que no abre la boca. Soy, pues, como 
un hombre que no oye, Y en cuya boca no hay reprensiones.
Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová 
Dios mío. D¼e: No se alegren de mí; Cuando mi pie resbale, 
no se engrandezcan sobre mí. Pero yo estoy a punto de caer, 
Y mi dolor está delante de mí continuamente. Por tanto, confesaré
mi maldad, Y me contristaré por mi pecado. Porque 
mis enemigos están vivos y fuertes, Y se han aumentado los
que me aborrecen sin causa. Los que pagan mal por bien Me
son contrarios, por seguir yo lo bueno. No me desampares, oh
Jehová; Dios mío, no te alejes de mí. Apresúrate a ayudarme,

Oh Señor, mi salvación.
Imprimir

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Porque yo Johová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice:No temas, yo te ayudo

Porque yo Johová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice:No temas, yo te ayudo