Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Ga.3.26.28
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres,y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Ga.5.1
El mundo nos separa, genera escalones y separaciones para que estemos sujetos los unos a los otros, con el fin de nuestra infelicidad, del generar espíritus débiles que simplemente transcurran sus días sin encontrar la verdad ni la luz. Las mezquindades del mundo nos han separado y creado escalafones y sometimientos que no dejan surgir el ser luminoso lleno de fe que todos podemos ser y acaercarnos a Dios, de allí que haya jefes, esclavos, subordinados, divisiones entre sexos y desigualdades de todo tipo. Pero cuando Jesús habita en tu corazón, y decides seguir su camino, su luz; comprendes que ya no hay diferencia ya que todos estamos bañados por su luz y todos formamos parte de ese Espíritu que nos conduce a Dios. Es en ese momento en que te sientes y eres realmente libre de toda atadura con este mundo de desigualdad, libre para ver y obrar en sentido de la Verdad. Libre para seguir en el camino de Jesús hacia nuestro Padre.
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12 jul 2014
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