el Altísimo no habita en templos hechos
de mano, como dice el profeta:
El cielo es mi trono, Y la tierra
el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor;
¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas
estas cosas?
¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de
oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros
padres, así también vosotros.
Hech.7.48.51
ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Éstos
son inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con
vosotros, se recrean en sus errores. Tienen los ojos llenos de
adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes,
tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.
...
Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne
y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los
que viven en error. Les prometen libertad, y son ellos mismos
esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es
hecho esclavo del que lo venció. Ciertamente, si habiéndose
ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento
del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra
vez en ellas son vencidos, su postrero estado viene a ser peor
que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido,
volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero
les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve
a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
2Pe.2.13.22
Así que vosotros, oh amados. sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.
2Pe.3.17
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