Yo conozco tus obras y tu arduo trabajo y paciencia, y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
Y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
Ap.2.2.3
Yo conozco tus obras y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe...
Ap.2.13
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.
He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
Ap.3.10.11
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Ap. 2.7
He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto.
Ap.3.14
Jesús conoce nuestras obras, él sabe que vivimos en medio del reino de la injusticia, la avaricia y la mentira; sabe que nadamos en el mar del mundo cruel y oscuro reino de Satanás, él nos dejó aquí, el nos pidió que viviéramos en medios de este caos, pero también nos dejo sus enseñanzas, sus ejemplos y el espíritu de fe para que encontremos siempre la senda que nos leva a la luz. Él habita en nosotros y nos protege, pero también ve si estamos atentos o no a continuar en la luz, ya que siempre surjen pruebas que pueden alejarnos, él sabe como nos conducimos, y para todos los que logren vencer estas pruebas, está la promesa de la Vida.
Reten todo lo que tienes, que no es más que tu amor por Dios, y por Jesucristo, tu fe y el Espíritu Santo que Jesús te ha dejado, eso es lo que tienes, eso hay que cuidar y retener hasta el final, solamente así venceremos al mundo.
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