por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Ro.5.1.5
La fe en Jesús nos abre las puertas al amor de Dios, que a través del Espíritu Santo nos trae entendimiento, y gracias para comprender el camino de la fe hacia la gloria de Dios. Este camino puede tener tropiezos, es más, debe tenerlos, para que reafirmemos nuestro sentir hacia la luz de Cristo. Y por más grandes que puedan ser las malas horas, nunca serán más allá de lo que podamos soportar, ya que Dios nos lo ha prometido. Con esta certeza es que podemos entender que todo tiempo malo, pesar y tristeza es para enseñarnos a seguir el camino hacia el Padre, para que nos confiemos plenamente en él y en su Hijo Jesús, nuestro Señor, de allí que podamos hasta "gloriarnos en la tribulación", porque sabemos que no estamos solos y que siempre seremos rescatados.
La promesa del entendimiento está cumplida en cuanto tenemos al Espíritu santo que nos colma de amor, verdad y luz para comprender el camino hacia Dios.
Que Dios te Bendiga
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