No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera sea mi situación.
Sé vivir humildemente, y se tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así como para tener abundancia como para padecer necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Fi.4.11.13
Tan sencillo como estas palabras, y ¿cuántos de nosotros nos sentimos capaces de apoyarnos en nuestra fe en Cristo para contentarnos con lo mucho o con lo poco, incluso contentarnos con el hambre y la escasez?
Gran prueba de fe es la de estar siempre agradecido y tener en claro que contentarse no significa conformarse, estar contento y agradecido por el amor que Jesús nos brinda, aunque sean tiempos de vacas flacas no quiere decir no obrar para salir de dichas situaciones, conformarse nos vuelve seres inertes frente a la fe de Dios, en cambio contentarse nos vuelve seres felices de ser y crecer y cambiar las situaciones adversas, sorteando las pruebas que Dios nos pone.
Vivir por fe, nos convierte en seres luminosos y felices de formar parte del cuerpo de Cristo y ser hijos del Altísimo.
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