Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguéz y de los afanes de la vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Lc.21.34
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas esas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Lc.21.36
Mirad la higuera y todos los árboles.
Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca.
Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
Lc.21.29.31
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