Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las cosas serán añadidas.

Porque con el juicio que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida que medís, os será medido.
¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
¿O cómo dirás a tu hermano: Déjama sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Mt.7.2.4
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las cosas serán añadidas.
Así que no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afan. Basta a cada día su propio mal.
Mt.6.33.34
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Mt.7.7

Muchas veces nos pasa que creemos ayudar emitiendo ciertos juicios reprobatorios sobre la forma de conducirse de los otros, creyendo que nuestra forma es mejor, que por tal camino no van bien y que nuestro camino es el indicado, y todo esto lo hacemos en nombre del amor. Otras veces juzgamos ya sin siquiera darnos cuenta, las conductas, los procederes, o simples hechos cotidianos que van socavando y haciendo daño en los seres que amamos y envenenando nuestro corazón para ver cada vez menos claro. De todo esto se trata la palabra de la paja en el ojo ajeno, de como día a día es más facil corregir o mirara los errores ajenos y no ver que cosas debemos mejorar en nosotros mismos.
Estar atentos a no juzgar ni siquiera en vanalidades la vida de los demás para ofrecernos humildes en ayudar y ayudarnos a mejorar, sobre todo en el camino de la fe.
La vida diaria parece indicarnos que siempre mirar que pasará en el futuro es lo mejor, adelantarnos a los acontecimientos que vendrán o que deberemos superar en el mañana, y eso nos deja lejos de mirar el día a día que Dios nos regala.
estos afanes (anciedades) que el mundo nos pone son para alejarnos de lo verdadero y esperar en el mañana la concreción de nuestras vidas sin saber que el mañana no existe solamente una sucesión de "hoy" es la vida.

Por lo tanto Jesús nos regala hasta la llave para librarnos de todos estos afanes y juicios con los que diariamente luchamos, y es el recordar que viviendo en la fe, pidiendo, buscando y llamando seremos atendidos, amados y reconfortados cada día en nuestras necesidades por el Altísimo.

Que dios te bendiga

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